domingo, 20 de abril de 2014

Borrador: Narración con Imágenes








Taller Literario:
Esta actividad que hemos realizado en clase, consistía en elegir una técnica de entre las tres que nos daban a elegir, lectura, cuentacuentos, narración con imágenes.
En mi caso elegí la narración con imágenes de un cuento que había analizado una compañera de clase y que me había llamado mucho la atención (las imágenes, contenido), “Besos besos” de Selma Mandine.
Elegí la narración con imágenes ya que es una de las técnicas más utilizadas actualmente. Los niños de hoy en día están constantemente en contacto con aparatos electrónicos llenos de imágenes, y al estar acostumbrados a eso cuando les cuentan un cuento les gusta ver las imágenes de este.
Lo que esta actividad pretendía era que practicásemos una de estas técnicas, que he mencionado anteriormente, para que nos ayude a despertar el interés y el placer por la lectura en los niños.
Para prepararme este texto realicé varios pasos.
Un primer paso en el que leí el cuento varias veces, familiarizándome con las imágenes y el texto. A continuación pensé en cómo iba a introducir, qué preguntas iba a realizar para hacer participar a los oyentes o para finalizar:
                Os voy a contar un cuento que habla de los tipos de besos, ¿sabéis que hay tipos de besos? ¿Cuáles hay?
                ¿Los besos de vuestro papá pinchan? (las preguntas para hacer participar a los oyentes van acorde con las imágenes)
                ¿Os ha gustado? ¿dais muchos besos a las personas que queréis?

Y el último paso sería ya la puesta en práctica de lo que me había preparado.
En ella, conté el cuento cuatro veces, en la que mis compañeras me iban dando su opinión sobre como lo había hecho.
Mi hicieron grandes aportaciones como que podía preguntar a los oyentes cómo querían que se llamase el protagonista, además también me dijeron que tenía un buen contacto visual con los oyentes y que contaba la historia apoyándome en las imágenes.
Desde mi punto de vista y por las críticas que recibí creo que lo hice bien, pero también tengo que practicar más ya que me pude nerviosa al principio y la práctica lleva a la perfección.

Para realizar este talle en el aula, colocaría a los niños delante mío de tal manera que todos pudiesen ver las imágenes que muestro a la vez que yo puedo tener contacto visual con ellos. Realizaría las mismas preguntas que hice durante el taller ya que a mis compañeras les gustó y dijeron que harían lo mismo.

Eso con respecto a mi taller, con respecto al resto de mis compañeras, a las que yo escuché, creo que realizaron un gran trabajo, cada una independientemente de tu técnica utilizada, supieron mantener mi atención y mi interés, fueron buenos textos y los prepararon (según me dio la impresión) con muchas ganas.


(Consultado: Apuntes del LUVIT)

miércoles, 2 de abril de 2014

Adaptación




Como futura profesora de educación infantil, voy a tener que adaptar algunos textos para adecuarlo a la edad de los alumnos que tenga en el aula, ya que no hay cuentos pensados para niños de esta edad.
Esto mismo he hecho con el cuento de “El hombre de la piel de oso” de los hermanos Grimm.
En este cuento he decidido cambiar algunos personajes, como el diablo, que ahora es un genio, el protagonista es un joven que vive en el bosque, para intentar hacerlo más atractivo y poner figuras más cercanas a ellos.
Tambiém he suprimido algunos personajes como las hermanas, de la chica con la que se casa.
Además he añadido nombres a los personajes principales.
También he decidido cambiar algunas acciones que acurren en el desarrollo de la historia adaptándolo a los alumnos de infantil, como que el protagonista pida tres deseos, en vez de que haga un trato o como "el castigo" que recibiría el protagonista si no cumple lo que le piden.
Por la extensión, el vocabulario sencillo, pienso que este cuento puede estar adaptado a niños de 4 a 6 años. (contrastado con: Cuentos según intereses y Cuentos según edad y desarrollo)

Mi adaptación es la siguiente:


El hombre la piel de oso

Había una vez, hace mucho mucho tiempo, en un país muy lejano, vivía un joven llamado Adrián. La familia de Adrián vivía en una pequeña casa en el bosque, porque no tenían mucho dinero. Adrian era el más valiente de sus hermanos y salía todos los días a cazar al bosque para conseguir algo para comer.
Un día el padre de Adrian le dijo:
-Hijo, ya eres lo suficientemente mayor, tienes que irte a trabajar a la ciudad y conseguir dinero para vivir tu solo.
Adrian rápidamente recogió lo poco que tenía, su arco con flechas para cazar y un poco de ropa, para partir lo antes posible.
Al llegar a la ciudad comenzó a buscar trabajo en todos los sitios que veía, en el mercado, de mozo en las posadas, en las caballerías, en las tabernas… Pero nadie le quería dar trabajo.
Adrian muy triste decidió sentarse bajo un árbol a pensar. Entre las raíces del árbol se encontró un anillo que estaba muy sucio, manchado de barro.
Lo limpió y de repente, a su lado apareció una figura de una persona muy alta y muy fuerte. Llevaba un traje azul oscuro que le cubría todo el cuerpo.
-Hola, soy el genio Eugenio, como has encontrado mi anillo te concedo tres deseos, pero esos tres deseos tienen un precio.
Adrian se quedo estupefacto al ver al genio, su madre le había contado historias de ellos, pero él nunca se las había creído.
-¿Tres deseos? Dijo Adrian.
-Tres deseos, ni uno más ni uno menos. Dijo el genio Eugenio.
Adrian tenía bien claro lo que quería así que lo pidió sin pensarlo dos veces:
-Quiero ser rico, casarme y que no me vuelva a pasar nada malo.
El genio, que era muy pícaro le dijo:
-Tendrás todo aquello que has pedido, pero antes tendrás que pasar unas pruebas. En la primera de ellas tienes que matar a un oso, con ese arco y esas flechas que llevas contigo, luego cogerás la piel de oso y te harás un abrigo con ella. Finalmente tendrás que pasar dos años sin quitarte ese abrigo y no podrás lavarlo. Si no cumples estas condiciones no solo no tendrás lo que has pedido si no que te convertirás en un árbol como este en el que estas sentado.
Adrian se quedó pensando un rato lo que le había pedido el genio, él era muy valiente y siempre cumplía sus promesas por lo que terminó aceptando.
Una vez finalizado el trato, decidió ir a buscar al oso a las afueras de la ciudad. Estuvo dos días viviendo en el bosque alimentándose de los animales que cazaba (como había hecho siempre para su familia), hasta que encontró un gran oso de color marrón. Adrian rápidamente cogió una flecha y la lanzó directamente al corazón del oso. Luego le quitó la piel al oso y se hizo un abrigo con ella.
Ese abrigo no se lo podía quitar nunca, pero tampoco podía lavarlo, entonces si no se lo podía quitar ni lavar, Adrian tampoco podría lavarse.
-Bien hecho. Dijo el genio que apareció de repente. Aquí tienes un saco que siempre que quieras te dará dinero. Y desapareció.
El joven decidió volver a la ciudad con su nuevo abrigo. Allí empezó a alojarse en una posada donde comía todo lo que quería, su saco no paraba de darle dinero.
Con el paso de los días, semanas, Adrian empezaba a oler mal y la gente no quería acercarse a él por mucho dinero que les diese, parecía un monstruo con aquel abrigo que no podía quitarse y la mugre de su cuerpo. Los posaderos le echaban y nadie quería acogerle en su casa. Por lo que Adrian decidió irse de la ciudad.
Con el paso de los meses, a Adrian le echaban de cada pequeña ciudad a la que iba ya que olía tan mal que la gente no quería estar cerca de él. Empezó a pensar que no iba a poder cumplir el trato que había hecho con el genio y él no quería convertirse en árbol.
Ya había pasado más de un año desde su trato con el genio y Adrian andando encontró un pequeño pueblo de apariencia no muy rico que estaba escondido entre las montañas. Al llegar la gente reaccionaba igual que las personas de las grandes ciudades pero un amable anciano le indicó que podía dormir en un molino abandonado al que nadie iba y que estaba más apartado del resto de casas de los habitantes del pueblo.
Adrian siguió la recomendación del anciano y se acomodó esa noche en el molino. Por la mañana se despertó con un ruido de pisadas. Unas pisadas dentro del molino. Adrian se extrañó ya que el anciano le había dicho que nadie iba a ese molino.
Comenzó a observar a un hombre que estaba andando en círculos, parecía muy angustiado sin saber muy bien qué hacer. Adrian decidió salir de su escondite y preguntar que le preocupaba a aquel hombre.
Cuando salió, el hombre se asustó al ver una especie de monstruo, un hombre lleno de suciedad al que apenas se podía acercar por lo mal que olía.
Al ver su reacción Adrian dijo rápidamente que no se asustase que bajo ese aspecto había un joven bueno que viajaba de pueblo en pueblo por todo el mundo.
Cuando Adrian consiguió calmar al hombre y explicar lo que le sucedía se presentó. Me llamo Miguel. Adrian quiso preguntarle qué le pasaba, por qué estaba tan nervioso y Miguel le respondió que su familia se estaba quedando sin dinero y no tenían nada para comer. Adrian se ofreció a ayudarle ofreciéndole dinero pero Miguel se negó, decía que no podía aceptarlo.
Entonces Adrian tuvo una idea, se ofreció para enseñarle a cazar con el arco y las flechas que siempre llevaba encima, para que pudiesen comer.
Miguel finalmente accedió y se fueron al bosque a cazar algunos animales. Miguel era muy listo y aprendió rápidamente a cambio, para agradecerle a Adrian lo que le había enseñado le ofreció que se quedase a dormir en su casa, con su mujer y su hija Ana.
Al llegar a la casa Adrian. Nada más ver la belleza de Ana se enamoró. Esa misma noche estuvieron hablando y poco a poco Ana veía lo bueno que era Adrian.
Con el paso de las semanas Ana se iba enamorando de él. Hasta que un día Adrian la pidió que se casase con él, pero que antes de eso tenía que hacer un viaje para encontrarse con el genio. A su vuelta se casarían.
Adrian partió con la salida del sol y llegó a la ciudad donde estaba el árbol en el que había encontrado el anillo del genio Eugenio. Frotó el anillo y salió el genio.
-Muy bien, has cumplido todo lo que te pedí, por tu largo camino se han cumplido parte de tus deseos, ahora se cumplirán el resto. Una vez dicho esto el genio desapareció, a la vez que mágicamente Adrian estaba limpio y con nuevas ropas.
Rápidamente Adrian fue a encontrase con Ana. Al llegar, Ana no le reconoció, no precia él sin aquella piel sucia.
-Ana soy yo, Adrian. Ana reconoció su voz y llena de alegría le abrazó muy fuerte.
Adrian y Ana se casaron y vivieron felices para siempre, con ayuda del genio.
Colorín colorado este cuento se ha acabado.

Amelia quiere un perro (nuevo)



Ficha Bibliográfica:

Título: Amelia quiere un perro

Autor: Tim Bowley

Ilustrador: André Neves

Año de la primera edición: 2008

Edad: La edad que pienso para la que está dedicada este libro es entre 4-5 años. Ya que el tema trata sobre querer tener un animal de compañía, y ante la negativa de su padre pide explicaciones. Los niños a esa edad preguntan y quieren saber el por qué de todo.
He elegido esta edad debido a que es un libro en el que se toman decisiones, y la protagonista quiere hacerse cargo ella misma de, en este caso, un perro. Son cosas que interesan a los niños y que responden al momento evolutivo en el que se encuentran.
Así comienza el libro:

Amelia entró en el salón. Su padre estaba sentado en su silla favorita leyendo el periódico.

-Papá. Dijo ella, estaba pensando...

El padre suspiró. «Cuando Amelia piensa, muchas veces significa que habrá problemas», se dijo.

Amelia continuó: Papá, ¿podemos tener un perro?


Formato:

En cuanto al aspecto externo del libro, tiene un tamaño estándar, de tapa dura, con las hojas internas gruesas. Las puntas redondeadas, y si no es así se pueden dar unos pequeños golpes en las esquinas para que los niños no se puedan hacer daño. Está hecho de esta manera para que los niños tengan un fácil manejo. En el exterior aparece la protagonista con una llamativa falda roja que resalta sobre el fondo verde que representa su casa.
El elemento motivador principal de la portada pienso que es el título, la palabra perro ya les hace sonreír y querer saber más (a excepción de algunos que les dan miedo los perros), casi todos los niños quieren tener una mascota.

En su interior podemos encontrar unas ilustraciones que se corresponden con el texto escrito, con el objetivo de facilitar la comprensión de la lectura o a ayudar a seguir la lectura sin necesidad de leer el texto. Las imágenes son realistas, quizás un poco estereotipadas cuando representan la imaginación de la protagonista, se ajustan al contenido, y los personajes reflejan los sentimientos con las expresiones faciales y posturas corporales. El ilustrador utiliza los colores llamativos para expresar la imaginación de la protagonista, pero en general representan una original visión del mundo.

Respecto a la tipografía, el tamaño de las letras no son excesivamente grandes, un tamaño 13, tiene gran legibilidad debido a que utiliza un diseño gráfico de imprenta (Times New Roman). El espacio entre caracteres es adecuado, con un entrelineado de 1,5 y entre párrafos de 2, permitiendo discriminar los diferentes bloques.

Contenido:

El tema principal es el uso de nuestras propias capacidades (en este caso, la astucia), para conseguir nuestros deseos. La protagonista trata de conseguir su objetivo utilizando una estrategia original (pidiendo animales imposibles). También aparece, como tema secundario, el deseo de tener una mascota, en este caso un perro. La creatividad de Amelia a la hora de pedir eso que más quiere (un perro, o los otros animales), otro tema secundario podría ser los diferentes animales que aparecen y las explicaciones que da el padre a Amelia.

Basándome en el documento “Cuentos según intereses” que podemos consultar en el LUVIT, el tema de la historia corresponde con los intereses de los niños de esas edades. “Animales humanizados o no”, “Temas (personas, cosas y lugares) del entorno socio-familiar en que viven (familia, ciudad, pueblo, campo, escuela, coche, gato…)”.

Es una narración con una estructura acumulativa y circular. Circular debido a que acaba como ha empezado, es decir el planteamiento es el desenlace, y acumulativa porque sigue el mismo esquema añadiendo nuevos elementos (en este caso, animales). Narra la historia sin rupturas de linealidad.
La estructura motiva al niño en la lectura, una trama con partes que se repiten (una misma acción) facilita la participación activa del niño (“Cuentos según edad y desarrollo”).

La protagonista corresponde al momento evolutivo de los niños de la edad que he fijado al principio, es una niña de su misma edad con los mismos gustos que los lectores, tener una mascota. De esta manera se pueden identificar. “Un enfrentamiento entre el principio del placer, entendido como bienestar por satisfacción de sus necesidades, y el principio de realidad” como se afirma en el siguiente link.


 Por un lado, otros personajes que aparecen son los diferentes animales, que son personajes coral, es decir, todos tienen la misma importancia, son utilizados por Amelia para conseguir su objetivo, y por otro lado está el rol del padre de la protagonista, un rol reconocible, que representa a los adultos de referencia y es quien toma las decisiones (los niños en se encuentran en un momento evolutivo en el que necesitan reglas).

Los valores que destaco en este libro son la perseverancia, la lucha por parte de Amelia para conseguir aquello que desea (no para hasta conseguirlo). Sin embargo, no destaco ningún contravalor. Los niños pueden identificarse con estos valores, están en una etapa que se caracteriza, según Piaget, por pensamiento intuitivo (al final de libro Amelia dice que cuesta convencer a los adultos pero que siempre entran en razón, es decir intuye cuál será la reacción de su padre).

Respecto al lenguaje, el libro presenta un vocabulario adecuado al sentido general de libro y a la etapa evolutiva del niño, en esta etapa los niños comienzan a utilizar el lenguaje como medio para comunicarse y pedir cosas (referencia en el link anterior). Hay claridad en las estructuras, frases cortas como “No, no podemos tener un águila” y párrafos cuyas estructuras se repiten a lo largo del libro “Si no podemos tener un águila, ¿podríamos tener un caballo?”, “Si no podemos tener un caballo, ¿podríamos tener un elefante?”. El autor también utiliza la función poética que se aprecia en la utilización de figuras literarias como la repetición de estructuras.


Conclusión:

Es un cuento que si que incluiría a la biblioteca de mi aula, es interesante, el método tan original que utiliza, la protagonista, para conseguir su objetivo. Se puede utilizar para trabajar el dialogo (la argumentación para conseguir sus metas), el esfuerzo y el empeño. Al trabajarlo en el aula, también ayudaría a un desarrollo social, los alumnos podrían observar las diferentes maneras o estilos que utilizarían sus compañeros ante una situación parecida (o la misma).

A partir de esto, se podría trabajar con ellos la imaginación, la originalidad a la hora de resolver un conflicto. Esto se podría realizar dejando que los niños tomasen determinadas decisiones a la hora de realizar alguna tarea o de llevar acabo alguna actividad, si vemos que siempre hacen lo mismo, el maestro, puede sugerir alguna otra alternativa.

Como he dicho antes en mi hipótesis inicial, es un libro, que pienso, que está dedicado a niños de 4 años, pero también se podría utilizar con niños de más edad ya que es un tema que no desaparece en la etapa infantil.